2009-2010: Cambio de rumbo azul







Equipaciones


Pretemporada



Tras una temporada muy convulsa el nuevo Cajasol aparcaba un color negro que no le había traído fortuna e iniciaba el periplo de azul. La dirección deportiva del club, encabezada por Joan Llaneza, debería comenzar a construir la nueva nave cajista empezando por el capitán, el entrenador.

Pedro Martínez partía en cabeza al haber salvado el difícil obstáculo al que fue sometido en la temporada anterior y el Caja le propuso la continuidad. Martínez pidió dos años y el Caja no estaba dispuesto, tras los errores pasados, en contratar a un entrenador por más de una temporada. Finalmente, las negociaciones se rompieron y el Caja tuvo que abrir un abanico de posibilidades para traer al entrenador de la temporada que se avecinaba. Los candidatos que surgieron fueron Salva Maldonado, Julio Lamas y Gustavo Aranzana, siendo las conversaciones más intensas con el primero de ellos. Finalmente, las conversaciones no fructificaron y se pudo contratar la última oportunidad que surgió en el mercado, Joan Plaza, ex-entrenador del Real Madrid.

Con la papeleta del entrenador ya resuelta el preparador catalán y Llaneza empezaron a configurar la plantilla. Plaza no contaba con Rivero, De Miguel ni con el niño mimado de Comas, Ignerski. El polaco se marchó pero al tener contrato con el Caja el club tuvo que indemnizarle con una generosa cantidad. Tucker, pieza clave en la salvación, fue descartado inmediatamente tras conocer las pretensiones del norteamericano. Caner-Medley, tras la refriega con Diouf, no recibió ni siquiera oferta de renovación. Y Milisavljevic, que no contaba para Plaza, pero tenía contrato en vigor y no encontraba equipo tras comunicarle el club que buscara una salida.

La primera idea de cara a la nueva plantilla tras sondear las posibilidades era: Earl Calloway, base de la Cibona, Paolo Quinteros, escolta del CAI, un alero estadounidense por Ignerski -aunque ninguno en concreto lideraba la nómina- y Paulius Jankunas, ala-pívot del Zalgiris. Se confiaba, además, en volver a recibir a Xavi Rey cedido para acompañar a Triguero en el puesto de '5'. Pero prácticamente todos los frentes se rompieron o complicaron sobremanera el listado de candidatos se disparó enormemente.

En el capítulo del base la Cibona pretendía cobrar una indemnización por Calloway que acababa contrato a lo que el Caja se negaba rotundamente por lo que comenzaron a sondear varias opciones como Demond Mallet o Zabian Dowdell, hasta que se alcanzó un preacuerdo con Pooh Jeter, base del Menorca Basket. Finalmente, el club concretó a Calloway y Jeter, cuyo preacuerdo contemplaba la posibilidad de la llegada del "ex" de la Cibona, quedó descartado finalmente.

Si el base fue un tema complejo, los exteriores fue una auténtica locura. Quinteros, cuyo equipo -el CAI- había descendido a LEB Oro, escuchaba ofertas pero se dejaba querer por los maños que le daban un buen montante a pesar de bajar. Finalmente, renovó y el Caja tuvo que buscar en el mercado otras alternativas. La idea de traer un alero yankee cambió al aparecer en el mercado jugadores como Mumbrú (que acabó en Bilbao tras ofertar en el tanteo al Real Madrid) y San Emeterio. El Caja tenía un acuerdo con el cántabro, pero éste esperaba una indemnización del Baskonia para cerrar definitivamente su incorporación. Finalmente, otra operación truncó las aspiraciones cajistas. Vidal, escolta nacional del Baskonia se fue al Real Madrid y los vascos retuvieron a San Emeterio con tal de contar con los nacionales necesarios. Llegaba el joven Joan Sastre para alternar ACB y EBA y el club comenzaba a rastrear el mercado: Gary Neal, Serkan Erdogan, Lofton, o De la Fuente fueron opciones a contemplar hasta que Llaneza trajo a Maurice Ager, procedente de la NBA. Casi al comienzo de los partidos de pretemporada llegó Tariq Kirksay para completar el alero en un operación relámpago.

El juego interior también se complicó en aras de encontrar la pareja de Savanovic y de Triguero. Jankunas, el preferido de Plaza, daba largas a la entidad sevillana esperando un buen contrato en Euroliga. El lituano, finalmente, rechazó a los sevillanos y el Caja, que sondeó levemente a James Gist antes de la negativa, tuvo que volver a sondear el capítulo interior. El Barcelona, al menos, cedió a Rey y el Caja sondearía a Trías (FC Barcelona), Massey (Real Madrid) e Ivan Radenovic. Surgió la opción de Asselin, ala-pivot de Manresa, que el Barça descartó al no tener pasaporte español y, el Caja, finalmente se arriesgó contrantando al jugador a la espera del pasaporte español. Mario Cabanas, jugador cupo, cerraría el juego interior.

Tras todo ese trabajo el Caja afrontaba la pretemporada que iniciaría en tierras catalanas. La pretemporada fue ilusionante ya que se impuso en la Copa Andalucía a Granada y Unicaja y superó a Alicante en Linares. Cayó ante Estudiantes, Fuenlabrada y en la presentación ante el Khimki de Jankunas dejando una buena imagen.

Temporada



La pretemporada que tanta ilusión generó dio paso a una decepción en los primeros compases de competición. Para empezar el Real Madrid llegaba a... Dos Hermanas a medirse al Cajasol, pues San Pablo estaba ocupado por el espectáculo "Disney sobre Hielo". El remodelado equipo blanco pasó por encima del proyecto sevillano, aún en la incubadora. Pero ese traspié se vio acrecentado por las derrotas en Badalona tras un nefasto último cuarto y en casa ante el Guipuzkoa Basket de un letal Ignerski (27 puntos) que se tomó cumplida venganza del equipo sevillano.

Para colmo, el pasaporte de Asselin no llegaba y Ager no podía jugar por lo que el club contrató temporalmente a Domen Lorbek que inició con más pena que gloria su andadura en el proyecto sevillano. Todo este despropósito de planificación y los malos resultados enfadaban a una afición que había visto rotas sus ilusiones de pretemporada.

Sin embargo, el equipo empieza a mostrar señas de identidad por las que había peleado Plaza. Defender a muerte y confiar en el talento ofensivo de Savanovic, Calloway y el tiro exterior de Ellis. De hecho, el Caja empieza a sumar victorias y, salvo la derrota en el Palau Blaugrana, el Caja consigue 6 victorias en 7 partidos que lo alzan a la quinta plaza en la clasificación. Al margen de una gran defensa el Caja hace gala de una tremenda sangre fría en momentos finales con el marcador igualado basándose en la experiencia de su columna vertebral. Partidos como ante Unicaja o Bilbao se resuelven por estrecho margen.

Plaza, cansado de esperar el pasaporte de Asselin y con un mal rendimiento del '4' da de alta en liga a Ager y mantiene en la recámara al dominicano-americano. Pocas jornadas después, Asselin se marcha y el Caja contrata a Ivan Radenovic, tanteado en verano.

El Caja comienza en diciembre su mejor momento de la temporada con sus jugadores a pleno rendimiento individual y mostrando una ferocidad en campo propio terrible. Salvo el tropiezo en Vitoria el Caja suma triunfos contundentes (99-59 ante Murcia o el 82-53 ante Valencia con un gigantesco Kirksay) y sufridos (68-67 ante Alicante y 62-58 ante Manresa) pero siempre dejando a sus rivales en bajas anotaciones. El Caja se había asegurado la presencia en Bilbao para la Copa del Rey de 2010 a pesar de caer ante Gran Canaria en la jornada 17.

La segunda vuelta comienza con el corte de Ager, que tampoco cumplía las espectativas puestas en él y no había rendido como se esperaba. Real Madrid volvía a imponerse a los sevillanos pero éstos daban buena cuenta del Joventut (con una defensa de Ellis a Tucker para el recuerdo) y del Guipuzkoa basket, equipos que ganaron a los sevillanos en la primera vuelta además de imponerse al Estudiantes en casa. El equipo iba a toda máquina hacia los PlayOffs y era una de las sensaciones de la competición.

Pero todo lo bueno tenía que empezar a empeorar. Llegó Ruben Douglas, en lugar de Ager y el equipo empezó a entrar en una dinámica irregular que no había experimentado en la primera vuelta. Las victorias y derrotas se acumulaban a pares. A las dos derrotas en Málaga y ante el Barça en San Pablo, le siguieron las victorias en Murcia y en casa ante Valladolid para volver a caer en Bilbao y, sorprendentemente, en casa ante Granada.

Esa irregularidad, sin embargo, no le privaba al equipo de una posición cómodo en la tabla de cara a los PlayOffs sin bajarse del quinto puesto prácticamente en toda la segunda vuelta. Miso devolvía las alegrías al equipo sevillano siendo decisivo desde el tiro libre en otro apretado partido en Alicante (62-63) y tras caer ante el Baskonia de Splitter y Teletovic (20 y 23 puntos respectivamente) en San Pablo, Savanovic se vistió de mago para sumar 40 de valoración sólo en la segunda parte de ensueño del partido de Santiago (78-91 para los sevillanos y el serbio MVP).

Con los PlayOffs prácticamente amarrados (5º con 3 victorias de ventaja sobre el 9º y quedando cuatro partidos) al Caja sólo le quedaba asegurar una buena posición que le permitiera disputar el mejor cruce posible. La victoria ante el Fuenlabrada aseguró las eliminatorias pero las derrotas ante Valencia y Manresa dejaron imposible el cuarto puesto y complicaron el quinto. De hecho, la victoria en la última jornada ante el Gran Canaria supuso el sexto puesto definitivo empatado con Unicaja y Estudiantes pero donde los malagueños salían victoriosos en los empates.

En los PlayOffs esperaba el Real Madrid, bestia negra en los dos choques ligueros y tercero de la regular. La historia, curiosamente, marcaba un 2-0 a favor de los sevillanos en cruces por el título, aquellos PlayOffs con los Anderson o Turner dejando en la cuneta a los blancos. El Caja se aferraba a la historia pero ésta había cambiado. El presupuesto blanco superaba holgadamente al sevillano y vencer era una machada.

Así se presentó el Caja en Madrid, con ganas de guerra y con ganas de mostrar esa defensa que le había dado tantas alegrías a lo largo de una campaña que, por fin, había colmado a los cajistas. El partido que presentó el Caja no agradó a los blancos que no conseguían anotar con fluidez y los tanteos se mantenían bastante bajos. El Real Madrid manejaba cortas rentas y no conseguía despegarse de un correoso equipo sevillano que de la mano de Savanovic se mantenía en partido. Tras el descanso los madrileños empezaron a acusar los nervios y la presión del favorito y los sevillanos empezaban a verse con una oportunidad de de marchar a Sevilla con ventaja llegando al último cuarto dos arriba. Ahí el Caja ajustó aún más la defensa y llegó al final con opciones, momento en el que Miso y Ellis martillearon el aro madridista desde el perímetro para sentenciar el choque. Sorpresón y alegrón para la parroquia sevillana que tenía "bola de partido" en San Pablo.

En Sevilla estaba todo preparado par tumbar al gigante blanco y plantarse después de 10 años en unas semifinales de liga. Pero los merengues, conscientes de que no podían fallar, salieron como un tiro. Tiro exterior y continuos contragolpes desarbolaban a los cajistas que se encontraron antes de acabar el primer cuarto 7-22. Los sevillanos intentaban maniatar en defensa a los madridistas pero se iban al descanso 15 puntos abajo. Pero si algo caracterizaba a este equipo era el afán de lucha y sufrimiento y lejos de bajar los brazos los sevillanos apoyados en Miso y Savnovic lograban enjugar la distancia poco a poco. A 4 minutos del final el Caja se colocó a cinco, poniendo a los madrileños en una complicada situación. Fue cuando el criticado Garbajosa sacó a relucir su calidad y con un triple sentenció el choque devolviendo la serie a Madrid.

Si ya era difícil sorprender al Madrid una vez en su casa dos se antojaba imposible. De hecho, Garbajosa, nada brillante durante todo el año, y Bullock comenzaron maltratando a los sevillanos, que no encontraban la manera de repetir la historia del primer partido. Al descanso los sevillanos se iban 12 abajo. Otra vez, el espíritu guerrero del equipo de Plaza volvió a aparecer y volvió a meterse en el partido rebajando la distancia a menos de 10 puntos. Pero a Garbajosa le tomó el relevo el serbio Velickovic que amargó a Savanovic en el último cuarto, finiquitando la eliminatoria y llevando al Real Madrid a semifinales de la ACB. El Caja caía de una manera más que honrosa.

Joan Plaza había revalorizado su crédito y veía como el equipo sevillano buscaba renovarlo a él y a toda la columna vertebral de un equipo que había devuelto la ilusión a una parroquia que había estado muchos años en una dura travesía por el desierto de la mediocridad.


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