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La temporada 2014-2015 trajo un importante cambio de filosofía en la estructura del Club Baloncesto Sevilla. La evidente americanización que sufrió la plantilla también se vio reflejada en la configuración del cuerpo técnico. A los Javier Carrasco y Rafa Monclova, que seguiría llevando el equipo de Junior de la entidad, se sumaron los norteamericanos Audie Norris y Scott Roth. Este último sería el encargado de dirigir las operaciones del equipo hispalense.

En este artículo de Baskonistas.com de Rubén Gazapo se describe la trayectoria profesional del técnico, incluyendo sus aventuras en Vitoria como jugador del equipo baskonista, o su periplo como entrenador asistente en diversas franquicias NBA, entrenador jefe en la NBDL (Bakersfield Jam) o asistente de selecciones FIBA como la turca e, incluso, su experiencia como seleccionador de la República Dominicana, llevando al conjunto caribeño a la plata en el CaribeBasket de 2007 y la victoria en el CentroBasket de 2008.

Sin embargo, a su llegada a España, este Curriculum comenzó a darle problemas a ojos de la ACB. La Asociación de Club a instancias de la AEEB (Asociacíón Española de Entrenadores de Baloncesto) denegaba la licencia acreditada por el Baloncesto Sevilla para que el técnico Cleveland pudiera ejercer en competición nacional. El club, intentando defender sus derechos y el de su empleado, presentó un recurso ante el CSD para que interviniera en el problemático caso. Finalmente, el CSD dió la razón a la ACB y Scott Roth tendría que completar una serie de cursos para obtener la licencia correspondiente para poder ejercer en España. Audie Norris, que superó el curso de entrenador en el verano de 2014, se sentaría como primer técnico en liga y Scott Roth primero como tercer entrenador y, posteriormente, como asistente antes las amenazas de veto de la ACB.

Así comenzaría la temporada para el Baloncesto Sevilla: sin entrenador principal en ACB y sin ninguna figura visible en el banquillo ante la prohibición del club de que ningún miembro se levantara en el banquillo mientras el primer entrenador, Scott Roth, no pudiera hacerlo. Caso que no ocurría en competición europea, donde el de Ohio si podría ejercer sin ningún tipo de problema. El manager deportivo, José Luis Galilea, mostraba su total confianza en el técnico y aseguraba su continuidad y una lucha continua por parte de todos los servicios del club hasta que el yankee pudiera dirigir al equipo en la cancha sin problemas.

En el aspecto meramente deportivo, aunque sin obviar este gran hándicap, Scott Roth se definía como un entrenador defensivo y que se caracterizaba por hacer progresar a los jóvenes. Sin embargo, las cosas no le fueron bien desde el principio. Los malos resultados, las extrañas rotaciones, el nulo tino pidiendo tiempos muertos, la nefasta defensa y la estratosférica regresión de algunos jóvenes llamados a dar el paso adelante lo ponían en el centro de la diana de las críticas de toda la masa social cajista. Una masa social que se vio aplacada por una serie de victorias en Eurocup y ante el FC Barcelona en ACB, aunque una desastrosa racha de 11 derrotas consecutivas termino por agotar su crédito.

En esas 11 derrotas el entrenador tuvo tiempo para dejar al Baloncesto Sevilla último en ACB con la peor defensa, último en el grupo de Last32 de la Eurocup con la peor defensa, unos manejos de los partidos ciertamente dudosos, unas jugadas de pizarra cuanto menos peculiares y unos jugadores jóvenes lejos de su mejor nivel tanto deportiva como moralmente. En definitiva, los métodos de Roth no sólo no habían cuajado sino que estaban siendo contraproducentes. Para colmo, tras la terrible derrota en casa ante el Ostende (-30) Roth usó a Berni como traductor para realizar una de las ruedas de prensa más esperpénticas que se recuerdan por San Pablo. Pocos títeres salvaron "su cabeza".

Desde ahí se pensó que había firmado su sentencia de muerte y, efectivamente, pocos partidos después (concretamente 4 después - 2 ACB y 2 EC -) el club anunció la rescisión de su contrato. Se tuvo acceso a información por parte de los medios que el presidente, Fernando Moral, ya había presionado para que tras la derrota nombrada ante Ostende y la consecuente rueda de prensa Roth dejara su cargo.

Abandonó la disciplina cajista tras 8 victorias (3 ACB y 5 EC) en 30 partidos (17 ACB y 13 EC) y dejar al equipo en una situación francamente delicada.