WikiCaja

- Ronda 1. Ferrys Llíria
- Ronda 2. CB Cáceres
- Ronda 3. DYC Breogán
- 1/4 Final. Real Madrid

Ronda 1. Ferrys Llíria

El Caja comenzó su andadura en la Copa del Rey 1992-1993 teniéndose que enfrentar al Ferrys Llíria. Bingenheimer regresó a Sevilla como exponente del equipo valenciano. Sin embargo, se llevó una sonora paliza, 90-70 para unos sevillanos que tuvieron un entrenamiento a puerta abierta. Middleton (27) y Lockhart (13) se bastaron para acabar con el Llíria y sentenciar la eliminatoria de cara a la vuelta.

En el partido de vuelta los valencianos se vieron superados esta vez por los exteriores cajistas. Brian Jackson (19) se cebó en la primera mitad con ellos y Raúl Pérez (20) acompañó al americano para controlar el intento de remontada local. De hecho, el Caja superaba de nuevo a los levantinos (83-94) y pasaba de ronda.

Ronda 2. CB Cáceres

El CB Cáceres esperaba en segunda ronda. Quizás un rival más complicado que el Llíria. En tierras extremeñas el Caja sufrió de lo lindo el ambiente hostil, al base local Pritchard y la expusión de Lockhart por insultar a Berwald tras un roce de éste con Middleton. Lejos de amilanar a los sevillanos, éstos se colocaron por delante en el marcador y a 22 segundos del final una canasta de Trumbo y dos tiros libres errados por Cáceres daban una renta de +4 para la vuelta. Las espadas en todo lo alto.

En el partido de vuelta el Caja empezó dominando la contienda con amplias ventajas. Hasta 13 puntos de ventaja llegó a tener el cojunto sevillano. Sin embargo, Pritchard y Méndez tiraron del carro cacereño para poner el partido en 3 puntos faltando 4 minutos. El Caja surgió para endosar un parcial de 12-2 guiado por Jackson, que masacró a los visitantes con 29 puntos, y llevarse la eliminatoria sin problemas. A por el DYC Breogán.

Ronda 3. DYC Breogán

Sólo una eliminatoria separaba al Caja de su primera fase final tras quedarse en 1991 con la miel en los labios. En Lugo, el Caja compró más de la mitad del billete a La Coruña con Middleton, Pérez, Jackson y Lockhart anotando más de 80 puntos entre los cuatro. Con el resultado de 88-103 sólo una debacle privaría al Caja de disputar el título en la fase final.

De hecho, el Caja dominó el partido de vuelta y tras llegar al descanso 41-29, los lucenses maquillaron de la mano de Perasovic y Cabezudo para acabar 93-82 y un Caja celebrándolo con los menos habituales en pista. Los tres americanos claves, de nuevo, en el resultado final. Para la fase final esperaba el Real Madrid.

1/4 Final. Real Madrid

La temporada 92-93 supuso en la historia del Caja San Fernando un verdadero punto de inflexión. Tras tres temporadas en las que lo máximo que se lograba era la permanencia, esta campaña el joven club sevillano se convirtió en el equipo revelación de la ACB. José Alberto Pesquera, técnico verdirrojo por aquel entonces, y sus pupilos sorprendieron a toda España con su baloncesto, y se colaron contra pronóstico en el play off -donde acabaron quintos- y en la Copa del Rey.

«Aquél fue nuestro primer año bueno, con Middleton y Lockhart», explica Pesquera, para quien esa primera Copa del Rey «fue todo un premio para nosotros, ya que por entonces no éramos un club de primera línea en España». «Fue un momento histórico, suponía subir un peldaño más en la historia del Caja y todos los que formábamos parte de aquel equipo nos sentíamos tremendamente orgullosos», recuerda Javier Lafuente, base del Caja de Pesquera, quien, de todas formas, señala que «la experiencia fue más breve de lo que nos hubiese gustado».

Y es que al Caja le tocó en cuartos de final de aquella Copa del Rey el peor rival posible: el Real Madrid de Sabonis. «Éramos un equipo muy consistente, con Simpson, Martín, Sabonis... Junto al Joventut, éramos el equipo más fuerte de la ACB y uno de los grandes favoritos para la victoria final», apunta José Miguel Antúnez, miembro de aquel Real Madrid que, tal como explica el propio José Biriukov, acudía a Galicia con la clara intención de llevarse la Copa a casa, ya que «estábamos atravesando una sequía de títulos desde hacía bastante tiempo, y con Sabonis en nuestro equipo, casi se nos exigía que ganáramos en todas las competiciones».

El Caja, dispuesto a dar la sorpresa

«Ya fue mala suerte que nos tocara el Real Madrid. Tengo que reconocer que nos jorobó bastante», asegura Pesquera, que, no obstante, ya sabía lo que era ganar al coloso merengue. «Es cierto -asevera el leonés- que les ganamos esa temporada en San Pablo, en un partido que nos salió bordado. Era, además, la primera vez que el Madrid perdía con nosotros en Sevilla, lo que fue todo un bombazo para la ciudad».

Y también en la ACB, pues el Caja fue hasta el comienzo de la Copa el único equipo español que no había perdido con el Madrid, lo que les dio moral a los chicos de Pesquera. «Ese año hasta pusimos en serios aprietos al Barcelona. Nos veíamos con ilusión y fuerza, éramos un equipo capaz de ganar a cualquiera», explica «Toñín» Llorente, opinión que también comparte Benito Doblado, uno de los jóvenes valores del Caja del 93, que aclara que «sabíamos que iba a ser muy difícil ganar al Madrid, pero confiábamos en nuestras opciones de dar la sorpresa. No tirábamos la toalla pese a que ellos tenían a Sabonis, el jugador más determinante de Europa por entonces».

Incluso el miedo a una derrota era palpable en la expedición madridista a Ferrol (localidad donde se disputaría la eliminatoria), tal como recuerda Fernando Romay: «Respetábamos mucho al Caja San Fernando, ya que estaba haciendo una campaña muy buena, y fuimos a Ferrol con cierto temor, pues siempre algún favorito se cae antes de tiempo». «Era un hueso duro de roer -explica Biriukov-. Un equipo incómodo, luchador, con buenos tiradores y dos americanos (Middleton y Lockhart) de gran nivel, sin olvidar a Jackson, un gran tirador».

Jackson no pudo evitar la derrota

Sin embargo, la sorpresa no fue posible. El Real Madrid, con un Sabonis estelar (26 puntos y 14 rebotes), fue muy superior (101-89) al Caja, que sufrió a última hora la baja de Raúl Pérez, otra de sus jóvenes perlas, por culpa de una gripe, lo que fue «toda una ventaja para nosotros, ya que Doblado y él formaban una pareja de triplistas muy peligrosa», asegura Clifford Luyk, entrenador de aquel Madrid de Sabonis, «que era el que marcaba las diferencias. Con él en el equipo, ganábamos casi sin bajarnos del autobús».

Tras el parcial inicial de 22-5 que encajó el Caja, todos los intentos de remontada fueron en vano. Ni siquiera los 30 puntos de Jackson o los 17 de Middleton fueron suficientes para derrotar a un Madrid que, a la postre, sería el campeón de aquella edición de la Copa. «Les plantamos cara y caímos dignamente. La victoria del Madrid fue clara y merecida», señala Pesquera, quien incluso considera que «si no nos hubiera tocado el Madrid, podríamos haber llegado a semifinales».

ALBERTO TIRADO CASTRO - ABC.es