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Tras el fallido experimento de juntar una dupla Satoransky-Tepic en la dirección, Aíto convence a la dirección deportiva para buscar un base en el mercado. Satoransky extenuado tras disputar la mayoría de los minutos en los encuentros requiere de un sustituto con urgencia. Tras sonar Rochestie (ex-Caja Laboral) o Milt Palacio, el Caja se adelanta a Cantú para contratar al veterano base Rod Blakney, con pasaporte búlgaro y multitud de años de experiencia a alto nivel en Europa. Ya sonó un par de años atrás cuando se pretendió su fichaje ante la lesión de Calloway.

El de Hartsville se encontraba "en paro", tras no encontrar equipo en verano, cuando finalizó su contrato con el Lokomotiv Kuban. Llega al Caja con la misión de dar minutos calidad en la dirección cuando no esté Satoransky, pero para ello debe ponerse a tono antes. Sus comienzos son timoratos, disputando pocos minutos y teniendo poca aportación en el equipo. Sin embargo, empieza a ayudar más al equipo y sus minutos comienzan a ser importantes tanto en el apartado anotador como en el de dirección.

Tiene importantes actuaciones como ante Estudiantes y sobre todo completa una gran racha ante Barça, Real Madrid y Joventut, promediando casi 16 puntos, mostrándose como un asistente de lujo y un tirador letal desde los 6,75. Empieza además a ganar galones y empieza a jugar los minutos importantes de los partidos dada su experiencia y calidad en los momentos decisivos. Por ello, es quien se juega la última bola ante el GBC en San Sebastián previa al palmeo de Mensah-Bonsu para cerrar la permanencia. Una pequeña lesión le priva de jugar en Valladolid en la jornada 31, la que sellaba matemáticamente la permanencia.

En los restantes partidos tan sólo en la victoria ante Manresa aparece con buenos números. En Europa, acusa el desastroso papel del Caja en el Last 16 y acaba con unos promedios 5,3 puntos y 2.3 asistencias en 19 minutos por partido, poco bagaje.

Finaliza la liga con la salvación bajo la manga y con unos promedios 7,2 puntos y 2,2 asistencias siendo con un 46% en triples el mejor lanzador del equipo.

Terminada la competición el Caja opta por buscar un base nacional que acompañe a Satoransky y Blakney, dentro de los recortes del presupuesto, no entraba en los planes. Al parecer el americano tenía una ficha bastante más alta de lo que se podía suponer de un jugador de 37 años. Por tanto, el Caja no lo incluye en la lista de jugadores sujetos a derecho de tanteo y queda libre.