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Si hubo un fichaje mediático en la primera temporada de la historia de la franquicia sevillana, ese fue el de Paco Velasco. El base madrileño, canterano del Real Madrid, presentaba un interesante currículum merced a su MVP en el Torneo Junior de L'Hospitalet en 1981 con 17 años y diferentes títulos levantados con el Real Madrid (2 títulos de Liga, una Copa y una Recopa) con mayor o menor protagonismo acompañando a jugadores como Corbalán o Delibasic. Tras su salida del conjunto merengue pasó por Huesca y Clesa Ferrol, llegando a disputar el All Star de Don Benito en 1986 con la elástica aragonesa.

¿Cómo podía fichar un club recién fundado a un jugador de este perfil?. Lo cierto es que el madrileño era un jugador con caché y calidad pero también con fama de ser propenso a lesionarse y eso no acababa de consolidarlo en la élite. Velasco se decantó por jugar en Sevilla para intentar regresar a la ACB tras tomar el camino hispalense.

A pesar de las espectativas creadas Velasco comenzó siendo suplente de Quique Azcón que aprovechaba su vertiginoso juego y anotación para ganarse minutos en cancha. Poco a poco, el madrileño empieza a ganar minutos y protagonismo merced a su capacidad de dirección y templanza en el juego estático, principal problema de su compañero de posición. Velasco era mucho más director que anotador, prueba de ello los casi 10 puntos menos de promedio que Azcón que acreditaría a final de temporada. Aportaba otras cosas y eso hacía que la pareja de '1' del equipo fuera una de las más completas y destacadas de la competición.

Si bien, cuando empezaba a tomarle el pulso al equipo y ganarse muchos minutos en la pista vuelven los problemas que habían trastocado su carrera deportiva hasta la fecha, las lesiones. Se perdería los últimos dos partidos de la primera fase y tendría que regresar apresuradamente pues la sobrecarga de minutos pesaron en el "menudo" Azcón. De hecho, salta a la titularidad al regresar por los problemas del badalonés e, incluso, anota 8 puntos ante Santa Coloma. Pero antes del partido de vuelta ante Maristas se hace un esguince en el tobillo izquierdo con desprendimiento del maleolo, lesión de la recaería en la fase final de la recuperación. El club se plantea contratar a Eduardo González pero, finalmente, descarta el refuerzo al no convencer a Leo Chaves ningún jugador.

Con la temporada entrando en el momento clave el club tiene que tirar de un Velasco tocado ante los importantes compromisos que se avecinaban. Pudo regresar en el último choque del PlayOff de ajuste ante Valencia pero sus participaciones serían testimoniales debido a la falta de ritmo y lo reciente de sus problemas físicos.

Sin conseguir el premio del ascenso, el Caja San Fernando buscaría una nueva oportunidad en la siguiente campaña con José Alberto Pesquera a la cabeza. El técnico, a pesar de ser conocedor de la calidad del base madrileño, opta por convencer a la directiva de rescindir la temporada restante del base pues sus problemas físicos podrían condicionar la campaña venidera. Velasco marcharía a Tenerife Sur, también de Primera B, para acabar en 1990 en ACB en las filas de Taugrés.