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Pedro Marínez llegó a Cajasol en 2008-2009 con la misión de salvar al equipo. Sus primeras preferencias era tener un base de calidad y tras desestimar a Pecile, fichar y cortar a Edney se contrató con contrato hasta final de temporada a DeJuan Collins, base con gran curriculum, procedente de Lokomotiv Rostov, aunque había despedido en Noviembre.

Su debut ante el FC Barcelona es esperanzador, pero pronto empieza a mostrar poco carácter e implicación para la causa. En sus cinco partidos en ACB promedia 3.8 puntos y 2.4 asistencias para 16 minutos de juego. Pobres números para un equipo desesperado y defenestrado en la tabla clasificatoria con la necesidad de un timón. En Eurochallenge los guarismos son los mismos (4.3 puntos y 1.3 asistencias).

De hecho, el club aparta al jugador cuando el equipo se marcha de gira rusa en la competición europea y prepara su rescisión. En Diario de Sevilla describen el final del periplo de Collins: "Collins, al igual que Edney, no era del agrado de Pedro Martínez al no estar en forma y arrastrar una actitud nada implicada dentro del grupo. El base estadounidense y el club zanjaron la salida y el jugador se lleva parte del dinero que tenía firmado en el contrato, pero no todo, pudiendo a cambio firmar por el club que quiera próximamente.

Andrea Pecile, también apartado desde hace varias semanas, está de vuelta a Sevilla después de disfrutar de un permiso del club para acudir a Trieste. El italiano sigue perteneciendo al Cajasol, pero, en breve, puede que esta semana o a lo sumo a la siguiente, cierre también un acuerdo para poder seguir jugando en otro equipo, que no podrá ser de la Liga ACB, al igual que le sucede a DeJuan Collins."

Finalmente llegaría Branko Milisavljevic, que sí completaría la campaña en el Cajasol.