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Andrés Miso fue uno de esos jugadores ilusionó a la afición cajista tras la oficialización de su fichaje. El madrileño, tras su salida de Estudiantes, cuajó una gran temporada en Fuenlabrada siendo el cuarto anotador nacional de la competición y siendo una de las sensaciones del conjunto fuenlabreño. El ex-estudiantil se comprometió con el equipo cajista por tres temporadas y, aunque no trascendió, se intuía unas remuneraciones crecientes por temporada.

Pero el comienzo de la historia de Miso en el Cajasol del entonces preparador Ruben Magnano no pudo ser más desafortunada. En medio de la pretemporada de la 2007-2008 comienza a sufrir problemas en la espalda, problemas que se determinaron como "una espondilolisis a nivel L5- F1 de la zona lumbar de la espalda". Estos problemas no acaban de remitir e, incluso, obligaron a Miso a obtener una segunda opinión médica en Madrid. Finalmente, pudo debutar en la jornada 10 y acusó totalmente la falta de pretemporada. Como acelerante el equipo completaba una mala temporada lo que no ayudaba a Miso en su puesta a punto. Finalmente, el equipo se salvó con la llegada de Bennett pero Miso no cumplió las espectativas, parte por sus problemas físicos parte por sus problemas de adaptación aunque dejó detalles de calidad y algún que otro buen partido (27 puntos ante Manresa y algunas anotaciones de 20 puntos). Casi 9 puntos de media y poco más de un rebote y una asistencia, no cerca de sus promedios en Fuenlabrada.

Con un sabor agridulce debido a su irregularidad y sus problemas físicos Miso comenzó la temporada 2008-2009 con intención de sacarse la espina. Lejos de conseguirlo, el equipo completa una nefasta temporada y Miso completa una de sus peores temporadas en la ACB. Irregular, mal en el tiro, poco protagonismo y muy desafortunado en defensa. No estaba siendo el año de Miso, que para colmo empezaba a resentirse de la espalda. Con la llegada de Branko Milisavljevic y Clay Tucker el madrileño fue usado como base y su rendimiento mejoró ligeramente, teniendo algún que otro buen partido en el decisivo tramo final de campaña. Acabó la temporada a duras penas con 6 puntos de promedio y menos de una asistencia y se operó de la espalda para intentar resarcirse en la siguiente campaña.

En la temporada 2009-2010, con la llegada de Plaza y los fichajes de Calloway y Satoransky, Miso aparecía con el rol de escolta que podría ayudar al "yankee" en las labores de dirección ante el aprendizaje del checo. La verdad es que, aunque no alcanzó los números de Fuenlabrada, cumplió perfectamente con el rol dejando buenas actuaciones y encontrando la regularidad perdida debido a las lesiones y convirtiéndose en un gran complemeto en el puesto de base y en el de escolta. Promedió 8 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias y dejando buenas impresiones tanto el liga, como en PlayOffs, como en Copa.

Llegado este punto el contrato de Miso por tres años expiraba. El club se interesó en su continuidad pero haciéndole una oferta muy a la baja, conscientes de que su rendimiento global no valía el gran contrato que poseía. Finalmente, el CAI Zaragoza se interesó en el madrileño que aceptó la oferta. Miso se marchó tras más de 100 partidos oficiales con el Cajasol donde su rendimiento fue de menos a más.