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El 30 de Julio de 2007 se hacía oficial la contratación por dos temporadas del escolta norteamericano con pasaporte georgiano Tyrone Ellis. El jugador llegaba de Italia, del Eldo Napoli, pero ya había tenido una gruesa trayectoria europea iniciada en Gerona y con varias temporadas en la Bundesliga alemana. Llegaba un jugador con gran tiro exterior y muy buenas condiciones atléticas que le permitían tanto defender intensamente como dar grandes dosis de espectáculo.

Su llegada coincidió con el inicio de la etapa Cajasol y el estreno del negro como color identificativo del equipo. Ellis se puso a las órdenes de Ruben Magnano para retornar a una competición en la que participó seis años atrás en Gerona. Ellis se convirtió en imprescindible en el equipo, en un puñal desde el perímetro siendo el máximo anotador del equipo por delante de jugadores como Kakiouzis o Ignerski, jugadores que a priori deberían ocupar ese rol en el equipo. Pero la mala temporada del Caja deslució una buena temporada del americano que se convirtió en la principal referencia ofensiva del equipo y dejando muestras de grandes dotes defensivas así como asombrar a propios y extraños con espectaculares mates a pesar de sus 193 centímetros de estatura. Tanto con Magnano como con Comas fue pieza clave y salió como titular en los 34 partidos de competición regular promediando 12.9 puntos, 2.8 rebotes y un 41% en tiros de tres. Había sido de las pocas notas positivas de la temporada.

En su segunda temporada de contrato Comas contaría con el "georgiano" para afrontar la temporada 2008-2009. Pero a nadie se le escapa que esa temporada fue una de las peores de la historia cajista, probablemente la peor y Ellis, a pesar de todo, seguía siendo de los mejores del equipo. Seguía aportando puntos y tuvo que dar un paso al frente con la marcha de Bennett. La llegada de Tucker le vino como anillo al dedo, ya que empezaba a entrar en una preocupante irregularidad. El flamante fichaje cajista llegó como un ciclón, acaparaba todas las miradas y Ellis lo aprovechó para mejorar tanto sus números como sus porcentajes. Aunque las incorporaciones salvaron al equipo Ellis ayudó a la salvación con 11.3 puntos y 2.5 rebotes en 28 minutos de media.

El Caja sabía que tenía un gran jugador en plantilla y, tras llegar Plaza, se incluyó a Ellis como jugador sujeto a derecho de tanteo aunque, eso sí, bajaron sus emolumentos considerablemente. El Caja no recibió ofertas y renovó al americano que se incorporaría una temporada más al equipo sevillano y, esta vez, a las órdenes de Joan Plaza. Y Ellis, a pesar de alcanzar cierta irregularidad por la llegada de varios jugadores contrastados, se convirtió en el especialista defensivo que Plaza necesitaba en la plantilla. Con el Cajasol siendo el paradigma defensivo de la temporada 2009-2010, Ellis se convirtió en la lapa, en el especialista, en el encargado de secar a la estrella rival. Las retinas cajistas aún recuerdan esas defensas donde los especialistas rivales sucumbían al tremendo despliegue del de Dallas. Jugadores como Tucker probaron el antídoto Ellis, que ya era capitán y favorito de la afición cajista. La temporada fue un éxito, con el Caja volviendo a PlayOffs tras muchos años, donde el yankee puso su granito de arena con un par de triples decisivos para asaltar Vistalegre, y Ellis aún con su faceta como incansable defensor sumó 10.1 puntos por choque.

Si bien, el Caja necesitaba renovar baluartes del equipo, muchos de ellos revalorizados y tenía que recortar por otros sitios. Ellis, que acababa contrato, fue incluido en la lista de jugadores sujetos a tanteo por segundo año consecutivo. Su salario se volvería a reducir aunque el declaró que se hubiera quedado en Sevilla por menos. Sin embargo, Plaza convenció a Bullock que llegó a Sevilla para acompañar a Txemi Urtasun en el escolta y eso cortó las posibilidades de Ty al que una oferta de Estudiantes le apartó de Sevilla. A buen seguro, Ellis se hubiera retirado en Sevilla pero el "Estu" fue una oportunidad irrechazable en esas condiciones. Tras un año en Estudiantes marchó a Alicante otro más hasta que decidió poner fin a su carrera merced a los problemas físicos que empezaba a arrastrar. Actualmente es asistente en NCAA y el hombre que jugó tres años en Sevilla y que se despidió como todo un señor siempre será recordado por San Pablo por su intensidad, profesionalidad, puntos, mates y defensa.