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En el verano del 2001 el Caja San Fernando presenta una oferta formal en la ACB por Salva Guardia. El pívot levantino había aceptado la oferta y su club de origen, el Baloncesto Fuenlabrada, no acudió al derecho de tanteo para retenerlo. Guardia firmó un contrato por dos años y pasaba a formar parte de la plantilla cajista dirigida por el excéntrico Marco Crespi.

El italiano había encontrado en Guardia a un pivot luchador, fajador y que se dejaba la piel en todas las acciones. Guardia fue mejorando a medida que avanzaba la temporada aportando un buen puñado de puntos, fajándose en el rebote y prodigándose en los tiros exteriores, donde conseguía buenos resultados. Le favoreció la baja de Guarasci y la mala temporada de Beard. Con la llegada de Fajardo su rendimiento se tornó iregular pero mostró buen rendimiento, llegando a completar grandes partidos como ante Pamesa con 15 puntos y 10 rebotes o ante Granada en tierras nazaríes con 25 puntos y 14 rebotes. Acabaría el año promediando 8.4 puntos y 5.3 rebotes, buenos números para un pívot en este equipo donde los balones se los jugaban los exteriores.

Pero la llegada de Aranzana en la 2002-2003 cambió la situación de Guardia en el club. El valenciano apenas entraba en los planes de Aranzana llegando incluso a no participar en algunos encuentros por decisión técnica. Guardia pasó de promediar 25 minutos a estar poco más de 10 por choque, amén de tener delante a Elson y a Abrams que estaban completando una decente campaña. Con mucho pesar se despedía de la afición cajista. «Para mí ha sido un placer haber jugado en este club. La afición me ha tratado de maravilla, sé que el año pasado fui uno de sus favoritos y espero que este año sigan animando a este equipo, que sé que puede llegar a hacer grandes cosas», puntualizó un afectado Salva Guardia, que afirmó sentirse muy fastidiado por abandonar el Caja, equipo en el que deja «a muchos amigos. Me llevaba muy bien con todos los jugadores y también con Gustavo. Era un equipo con un ambiente muy familiar y te fastidia tener que dejarlo». El ya ex jugador cajista destacó que se ha decantado por la oferta granadina debido al «interés que ha mostrado el club en mí, y, sobre todo, porque he visto muy complicado poder jugar aquí por los fichajes que se han hecho y la gran temporada de Abrams y Elson. Además, ir a Granada es todo un reto para mí, ya que la salvación está difícil, pero creo que es posible».(ABC).

El Caja consiguió un desahogo económico liberando el contrato (ocupado por Sekunda) de Guardia que marchaba a Granada donde completaría una gran campaña en el plano individual. Posteriomente, Fuenlabrada, Bilbao y, otra vez, Fuenlabrada para acabar a nueve partidos de los 500 en ACB (se quedó en 491), siendo uno de los clásicos e históricos de esta liga.