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La llegada de Iván Corrales a Sevilla en 1999 fue una noticia bomba. El Caja se había hecho con los servicios de uno de los mejores bases del panorama naciona, contrastado y timón del entonces Pinturas Bruguer de Badalona. Para colmo había sido una de las revelaciones en el Eurobasket 1999, donde España había logrado una inesperada medalla de plata. Como compañero de Turner en la dirección era un complemento perfecto. Firmó un contrato por dos temporadas

Su primera temporada a la sombra de Turner dejó luces y sombras. Unas sombras producidas principalmente por la falta de minutos. Eso sí, las luces, Corrales era un seguro desde el banquillo y solía aportar buenos minutos. De hecho, era normal ver a Turner y Corrales compartiendo minutos en cancha. Sus promedios no fueron todo lo buenos que habían sido en el último curso en Badalona (8 puntos + 5 asistencias) pero Corrales cumplió a pesar de jugar algo más de 15 minutos por partido. Acabó con 5 puntos y 2 asistencias pero la gente estaba contenta con el base extremeño, extravagante, espectacular, amigo de levantar a la grada y con carácter en la cancha.

Fue la 2000-2001 la temporada de su reválida, más si cabe cuando Turner arrastra problemas físicos desde antes de la pretemporada. De hecho, el de Plasencia, empieza a mostrar su mejor baloncesto desde el comienzo de la temporada. Puntos, asistencias espectaculares, Corrales era el director ideal de un Caja que, a pesar de todo esto, iba gripado. Su partido ante Cáceres con 18 puntos, 7 rebotes y 9 asistencias y 36 de valoración muestran su gran nivel. Pero ese gran nivel se iría empañando y viniendo a bajo por culpa del altercado que cambió la carrera deportiva de Corrales. En Noviembre de 2000 Corrales es denunciado por violación por una chica sevillana y meses después la jueza instructora del caso comienza el proceso judicial contra el jugador que se enfrentaría a 9 años de cárcel.

A partir de ahí, menos minutos, menos juego y un Corrales que directamente "no estaba" a pesar de algún buen partido esporádico. Otro granito más de una temporada movida y que acabó con el Caja San Fernando fuera de PlayOffs, con media plantilla acabando contrato y sin intención de ser renovada.

Corrales, que promedió 8 puntos y 3 asistencias a pesar de su mal final de campaña, comenzaría su particular calvario sin encontrar acomodo acorde a su calidad e incluso teniendo que marchar a algún modesto italiano para continuar su carrera. Él lo relataba en una entrevista: “Fue muy duro y trastocó mi carrera, yo estaba jugando a un nivel en unos grandes equipos y pasé a ver que ningún equipo confiaba en mí”, continúa con resignación, “me tuve que marchar a Italia para poder volver a jugar aquí”

Ya lejos de Sevilla, Corrales salió impune de los cargos que pesaban sobre él y consiguió jugar varias temporadas más en ACB sin llegar a cuajar hasta llegar a Valladolid. En Burgos también disputó un par de temporadas hasta que se ha retirado de la práctica profesional, siendo en la actualidad presidente-jugador del club amateur de Sant Adriá.