Pedro Fernández |
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Pedro Fernández Espinosa 19/04/1978
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Cartagena (Murcia) 208cm Ala-Pivot |
1996-1997 1997-1998 1998-1999 1999-2000 |
ACB | Copa del Rey | Europa |
72 |
3 |
16 |
Liga ACB 1996-1997 (1) |
Copa Rey Valencia'99 (1) |
Euroliga 1999-2000 (16) |
Pedro Fernández llegó a Sevilla con 14 años tras ser recomendados por técnicos de la cantera del Real Madrid: "Cuando me fui a Sevilla con 14 años, medía 1’92 ó 1’93… Ese año salió en la prensa que el Real Madrid hacía su operación altura, y un amigo me dijo, “Pedro, mira, que tú tienes la edad y encima das la altura, macho, tú puedes ir ahí y tal”, y yo, inocente de mí, le dije a mi padre, “mira, papá, que el Real Madrid está buscando jugadores…”. Mi padre me miró y me dijo, “pero bueno, vamos a ver, hijo mío, que tiras con las dos manos” (Pedro imita el tono de su padre, en plan “no me vengas con tonterías”). Y yo le dije, “¡pero llévame, que doy la altura!”. Entonces parece ser que habló con mi madre y le dijo, “oye, que el chiquillo quiere ir, vamos a llevarlo que se le quite el hipo y ya está”. Oye, y fui y me cogieron. Éramos allí doscientos y pico chavales, y se quedaron con tres, otros dos y yo, y me propusieron quedarme si yo tenía familia en Madrid. Aquella era la primera crisis por la que pasaba el Madrid de baloncesto, que solo contrataban a jugadores de Madrid. Entonces me dijeron, “si tienes algún tío, algún primo o alguien de aquí y no nos cuesta un duro, ahora mismo, jugador del Real Madrid”. Ellos no tenían ni becas ni residencias ni nada, y entonces le dijeron a mis padres que me presentaran en otro club, que me cogían seguro. Nos dijeron que las mejores canteras por entonces eran las de Estudiantes, Pamesa, Sevilla… Y no sé porqué, mi padre en el orden número uno llamó a Sevilla, y le dijeron, “sí, ya nos han dado referencias de tu hijo, tráelo que queremos verlo”, y fuimos. Estuve entrenando con ellos una hora y me quedé. Así fue…"
Tras su paso por las categorías inferiores llegó al equipo de EBA y, desde ahí, al ACB de la mano de Petrovic que lo requería para los entrenamientos: "Bueno, pues en Sevilla estuve en los cadetes, luego junior, y con 17 años recién cumplidos hice la pretemporada con el primer equipo, con (Aleksandar) Petrovic. Petrovic era un fenómeno… A mí me llamaba Paco, le importaba tan poco que no se aprendió ni mi nombre. Yo le decía, “Sasha, me llamo Pedro”, y él me decía, “sí, sí… Paco, ponte allí y defiende”. Yo le importaba un pijo, iba para entrenar. Ese año jugaba Warren Kidd en Sevilla, y Petrovic me decía que solo venía a defender a Warren. Me decía, “tú defiendes siempre, Warren ataca”. Si ellos metían, yo me daba la vuelta y a defender, siempre defendía. [...] Recuerdo que le dije, “Sasha, me voy a hacer el mejor defensor de la ACB”, y él me miró extrañado, y yo creo que ese día le di un poco de lástima y al día siguiente me dijo, “venga, mañana ven a entrenar otra vez”, y él me hizo debutar. Hicimos buena amistad. Cuando se fue a Lleida, que fui a jugar allí con Fuenlabrada, nos vimos en el hotel y nos tomamos un café. Era muy peculiar… Iba a entrenar con el chándal de los Nets."
De hecho, Petrovic le concedió un minuto ante Joventut y, al año siguiente, Maldonado otros dos partidos y Pesquera le brindó la oportunidad de anotar su primera canasta en ACB en la victoria del Caja ante el Real Madrid. Fueron dos años en los que Pedro entrenaba tanto con el EBA como con el ACB, complentando las convocatorias del primer equipo. Por aquel entonces, Pedro Fernández era internacional en las categorías inferiores por España.
En la temporada siguiente, la 1998-1999, Pedro Fernández se ganaría un sitio en el primer equipo de la mano del melillense Javier Imbroda. Aunque no jugaba demasiados minutos, siempre tenía algún minuto a lo largo de los partidos. Con Kornegay, Scott y Romero era difícil tener más protagonismo. Sin embargo, Pedro dejó muy buenas sensaciones el tiempo que estaba, mostrando una buena mano de media y larga distancia y fajándose de lo lindo alcanzando buenos números en rebotes. Su protagonismo fue "in-crescendo" finalizando la campaña y en PlayOffs tuvo que jugar más minutos ante el Real Madrid debido a la lesión de Scott. Subcampeón de liga y Copa (aunque sólo jugó dos minutos en Valencia) era un buen botín para un chaval de 21 años.
Imbroda seguiría contando con él en la 1999-2000, esta vez a la sombra de Romero, Fortier y Scott. Pedro volvería a ser un complemento, pero si tendría alguna que otra actuación interesante: 17 puntos ante Gijón, 14 y 6 rebotes ante Cantabria Lobos. Además, tuvo el premio de debutar en la máxima competición continental, la Euroliga, donde sus guarismos fueron muy parecidos a los de la competición doméstica. Doce minutos de media, 3 puntos y 2 rebotes pero detalles, muchos detalles de un posible futuro pívot del equipo.
La temporada siguiente, con el regreso de Kornegay de su cesión con sus intentos de lograr el pasaporte español, Imbroda le recomienda una cesión, tras sopesar seriamente reconveritr a Pedro en un jugador más exterior. Ahí empezaría el principio del fin de Pedro en Sevilla. Él mismo lo cuenta: Sí, lo de la espalda fue en Gran Canaria, y fue mala suerte porque yo había jugado muy bien en Sevilla, y yo ese año tenía allí a Romero, tenía a Richard Scott que por entonces se comía a todo el mundo, tenía a Kornegay, que se hizo nacional ese año… Y entonces pues me cortaron un poco la progresión. Yo estaba jugando en la Selección sub-23, y ese año hice diez o doce minutos de media, y entonces Imbroda habló conmigo y me dijo, “mira, Pedro, yo quiero que te quedes, macho, pero es que con estos tres no vas a jugar, y yo quiero que juegues veinte minutos, y preferimos cederte y traer un cuarto pívot de bajo coste”. Y vale, pues yo me fui a Gran Canaria cedido, pero justo ese verano estuve a punto de fichar por el Barcelona, y antes de salir, me renovaron tres años más y me cedieron. Me subieron la cláusula de rescisión, me pagaron más y me cedieron a Gran Canaria. Me dijeron que me querían renovar, y que me fuera y jugara mis veinte minutos, y que luego volvería a ser el segundo pívot. Llegué allí y me lesioné a los tres días. El primer partido de liga, además, era contra el Caja San Fernando en Gran Canaria, que ganó Gran Canaria…
Como él comenta, tras su renovación por tres años Pedro marcha cedido a Gran Canaria donde se lesiona: "Pues no fue nada, fue que estaba yo allí calentado y trotando, y sentí un pinchazo, macho, y me quedé medio tieso. El fisio vino, me ayudó a estirar y ya no entrené. Me dieron antiinflamatorios y tal, y al día siguiente estaba fuera, vamos… Fuera totalmente. Me hicieron una terapia que ahora la hacen con algunas personas mayores, que es una máquina que te cuelgan y tal, y te estiran la musculatura y la espalda y tal… Yo no creo mucho en eso, pero a las personas mayores les sirve, ¿no? Me dijeron de hacer estiramientos con una máquina que había y tal, a ver, evitando el quirófano. Yo la verdad es que me sentía muy bien, todos los días me estiraban un poco y, con eso, digamos que conseguimos separar un poco las vértebras. Y bueno, “venga, creemos que estás preparado”, y me puse a entrenar y, ¡pum! Pinchazo otra vez y de rodillas. Me quedé de rodillas. Me hicieron una resonancia, y al día siguiente recuerdo que vino mi amigo Pedro Montesdeoca, que era el médico, con el que sigo manteniendo una buena relación, y vino a mi casa y me dijo, “Perico, vamos a tomarnos una cerveza abajo”, y me dijo que el disco lo tenía mal y que había que operarme. Me puse a llorar allí y tal, y le pregunté, ¿cuánto tiempo? Y me dijo, “mínimo seis meses”, es decir, como una triada en la rodilla…"
Tras la comunicación de la posible operación Pedro acabó la temporada de cesión lesionado e intentando recuperarse en Gran Canaria: "Bueno, a mí me dicen que lo voy a tener difícil, porque me iban a cortar medio disco. Me dijeron, “bueno, veremos a ver…”. Yo entendí que si volvía a jugar, era un milagro, que me estaban preparando… Incluso me explicaron varias técnicas para poder seguir viviendo, no para jugar al baloncesto sino para que tu vida sea mejor. Sí, sí, fue algo lamentable… Sevilla me quería recuperar para operarme en Sevilla, y al final me dijeron que me quedara allí, que me iban a operar allí y vinieron los médicos de Sevilla a la operación y tal. Luego, yo me nadaba todos los días dos o tres kilómetros, y me puse a entrenar, y el once de marzo debuté con el Gran Canaria contra el Fuenlabrada y metí seis puntillos, ahí. Jugué las últimas nueve jornadas. Cuando volví a Sevilla, mi agente me dijo que allí tenían dudas, que no sabían si me había quedado bien. Por mi parte hubo un enfado, me cago en la leche, me firman tres años porque el Barcelona me está tocando y ahora me dicen que no saben… Mi agente me dijo, “sí, pero está el Fuenlabrada que te quiere fichar por tres años ahora mismo”, y directamente me liberé y me fui a Fuenlabrada, y allí, de maravilla."
De hecho, Pedro Fernández se marcharía a Fuenlabrada donde disputaría dos temporadas, después Lugo, Bilbao y Murcia para acabar retirándose y dedicarse al mundo del golf. Acabaría así el periplo de 8 años vinculado al conjunto hispalense, con alrededor de 90 partidos oficiales con el primer equipo y con el orgullo de haber jugado en Europa con la camiseta cajista.