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Aíto García Reneses, uno de los técnicos más laureados y con más experiencia del baloncesto nacional, llegaba a Sevilla con la difícil misión de hacer olvidar a Joan Plaza, el hombre que había reverdecido viejos laureles en la entidad sevillana. Aíto firmó por dos años enfrentándose a una tremenda desbandada y a un espectacular recorte presupuestario sin precedentes.

El primer experimento no salió como se esperaba. La tropa de Aíto no encontró la dinámica y hubo que hacer cortes, fichar a jugadores, suplir bajas,... prácticamente ningún experimento le salió bien a Aíto: ni Tepic de base, ni los debutantes Buckman, Holland habían arrancado, Asbury sólo funcionada en Europa. Con ese panorama el equipo se colocaba en puestos delicados y, finalmente, con incorporaciones como las de Blakney o Mensah Bonsu consiguió salvar una temporada complicada.

Si el primer ejercicio no había sido excesivamente bueno, el segundo no despertaba especial ilusión. Aíto se había rodeado de una plantilla que no superaba los 23 años de media, pero el técnico madrileño confió en la juventud y esos jugadores le dieron la razón. El equipo de Aíto llegó a los PlayOffs y Aíto había pulido diamantes como Porzingis o Hernangómez, que notaron de una manera notoria la progresión durante el curso.

Con un buen sabor de boca la afición esperaba que Aíto continuara al frente de un proyecto ilusionante, donde la juventut era la protagonista. Sin embargo, la venta del club al fondo de inversión Jefferson Capital Founding enfrió el tema. A pesar del interés por su continuidad el grupo tomó determinadas situaciones unilateralmente que serían, a la postre, decisivas en la decisión del técnico.

El día 7 de Julio tras una reunión con los mandamases del proyecto, José Luis Galilea y Jeffrey Meythaler, Aíto publicaba el siguiente comunicado:

"Tras la reunión mantenida en el día de hoy con Jeffrey Meythaler y José Luis Galilea os comunico que no ha habido un acuerdo para que continúe como entrenador del Club Baloncesto Sevilla. A pesar de que las impresiones tras las conversaciones han sido buenas no han sido suficientes para mejorar mi estado de confianza hacia el club tras las acciones e inacciones de las semanas pasadas que fueron tomadas sin mi conocimiento

Deseo lo mejor en beneficio de los jugadores que continúan, así como el equipo técnico y la afición."

Aíto acababa su preriplo en Sevilla con una primera temporada muy mala y otra muy buena, dejando claro que era el entrenador ideal para el trabajo con jóvenes valores.